La Asociación de Promoción Gitana Arakerando impulsa desde lo local la igualdad, el acceso a derechos y la valorización cultural, con especial foco en la educación y el empoderamiento de las mujeres gitanas.

En el marco del compromiso global con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es fundamental visibilizar el trabajo de entidades que, desde lo local, contribuyen de manera significativa a la inclusión, la igualdad y la cohesión social. Hoy tenemos el placer de acercarnos a la Asociación de Promoción Gitana Arakerando, una entidad sin ánimo de lucro que cuenta con más de cuatro décadas de trayectoria provincia.

Desde 1978, Arakerando ha sido un referente en la promoción y defensa de los derechos del Pueblo Gitano, impulsando el conocimiento de su rica cultura y trabajando activamente por la inclusión social, especialmente a través de la participación de las mujeres gitanas. 

En esta entrevista, Rut Cortés Fernández, mediadora intercultural, nos hablará de la labor cotidiana de esta asociación y de cómo Arakerando siembra transformación desde el compromiso comunitario.

  1. Cuéntanos, en primer lugar, cuáles son las necesidades especiales del pueblo gitano y qué hace Arakerando para contribuir a atenderlas.

El pueblo gitano sigue enfrentando múltiples necesidades que derivan de una situación histórica de exclusión y discriminación. Estas necesidades no son homogéneas, pero se repiten con frecuencia en los distintos contextos en los que trabajamos. Algunas de las más importantes son:

Dificultades en el acceso a una educación inclusiva y de calidad, lo que muchas veces desemboca en abandono escolar temprano y escasa presencia en etapas formativas postobligatorias.

Barreras de acceso al empleo digno y estable, tanto por la falta de oportunidades formativas como por prejuicios y discriminación en los procesos de selección.

Situaciones de infravivienda o acceso limitado a una vivienda adecuada, con condiciones de habitabilidad que no siempre son las óptimas para el desarrollo familiar.

Desigualdades en el acceso al sistema sanitario y a recursos de salud física y mental, especialmente en el caso de las mujeres y personas mayores.

Brecha digital, que limita la autonomía y la participación en servicios básicos, trámites administrativos o formación online.

Falta de representación y participación social, lo que hace que sus voces no siempre estén presentes en los espacios de toma de decisiones.

Estigmatización y antigitanismo, que afectan a la autoestima individual y colectiva, y dificultan el ejercicio pleno de la ciudadanía.

Desde Arakerando trabajamos, en su mayoría, por y para el pueblo gitano, acompañando a las personas desde una mirada integral, comunitaria e intercultural. Atendemos estas necesidades desde una perspectiva de derechos, con una especial atención a las mujeres, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad.

Nuestras acciones van desde el apoyo educativo y la orientación laboral hasta el acompañamiento emocional, el refuerzo del empoderamiento personal y colectivo, y la mediación con instituciones para garantizar el acceso real a los recursos. Además, impulsamos procesos de participación activa, para que sean las propias personas gitanas y no gitanas quienes lideren el cambio en sus comunidades.

En Monforte del Cid, centramos nuestro trabajo principalmente en grupos de mujeres, generando espacios seguros de apoyo mutuo, formación, desarrollo personal y defensa de sus derechos. Y en Elda desarrollamos también intervenciones educativas, de prevención del absentismo, acompañamiento escolar y fomento de la inclusión del alumnado gitano en distintos centros educativos.

  1. Sabemos que el acceso a una educación de calidad es fundamental. ¿Podrías hablarnos de algún proyecto o alianza que hayáis establecido con centros educativos, administraciones locales o incluso otras organizaciones para abordar los desafíos educativos específicos que enfrenta el alumnado gitano en Monforte del Cid?

Actualmente, en Monforte del Cid desarrollamos principalmente actividades dirigidas a grupos de mujeres, pero nuestra experiencia en el ámbito educativo se ha consolidado en Elda, donde trabajamos activamente con los centros educativos de primaria y secundaria. Allí colaboramos con el profesorado y las familias para prevenir el absentismo escolar, fomentar la inclusión y apoyar el progreso académico del alumnado gitano.

Acompañamos a los y las jóvenes en su trayectoria educativa, trabajando tanto el refuerzo escolar como la motivación, y generamos espacios de confianza con las familias para que se impliquen activamente en el proceso educativo. Nuestro objetivo es poder trasladar esa experiencia también a Monforte del Cid, estableciendo alianzas con centros educativos y administraciones locales para ofrecer un apoyo real y efectivo al alumnado gitano del municipio.

  1. La lucha contra la discriminación y la promoción de la igualdad son necesidades fundamentales. ¿Cómo abordáis este asunto desde Arakerando? ¿Qué acciones lleváis a cabo para sensibilizar en este asunto y promover la igualdad de trato en áreas como el empleo o el acceso a la vivienda?

Desde Arakerando trabajamos activamente para combatir el antigitanismo, delitos de odio y cualquier forma de discriminación. Lo hacemos desde la sensibilización social, pero también desde el acompañamiento directo a personas y familias que enfrentan barreras para acceder a derechos como el empleo o la vivienda.

Promovemos la igualdad de trato a través de campañas, talleres y actividades formativas dirigidas tanto a la comunidad gitana como al conjunto de la población. Además, trabajamos con entidades públicas y privadas para fomentar entornos inclusivos y eliminar prejuicios. En el ámbito laboral, impulsamos itinerarios personalizados de inserción, acompañamos a las personas en su búsqueda activa de empleo y fomentamos la formación como herramienta clave para la autonomía.

  1. La preservación de la rica cultura e identidad gitana es también una necesidad importante. ¿Lleváis alguna acción a cabo en este tema?

Sí, desde Arakerando defendemos que la inclusión social debe ir de la mano del reconocimiento y la valorización de la identidad cultural gitana. La cultura gitana es rica, diversa y profundamente arraigada en valores como la familia, el respeto a las personas mayores y la tradición oral. Nuestra labor también consiste en visibilizar esa riqueza y promoverla con orgullo.

Organizamos actividades culturales, talleres y encuentros intergeneracionales en los que las propias mujeres y jóvenes gitanos son protagonistas de su identidad. Además, celebramos fechas clave como el 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, con acciones comunitarias que refuerzan el sentimiento de pertenencia y promueven el respeto intercultural.

 

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