Eficiencia hídrica, innovación tecnológica y compromiso social se combinan en el modelo de gestión sostenible de uno de los campos de golf más emblemáticos de la Comunidad Valenciana.
En una era en la que la sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad urgente, algunas iniciativas privadas se erigen como referentes del cambio. Font del Llop Golf Resort, situado en Monforte del Cid, no solo es un enclave de belleza natural y excelencia deportiva, sino también un modelo de integración medioambiental y responsabilidad social.
Hablamos con Alberto Iglesias, Club & Course Manager del complejo, para conocer en profundidad cómo la empresa ha alineado su gestión con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centrándose en la eficiencia hídrica, el uso responsable de los recursos y el impacto social positivo que genera en su entorno. Desde un sistema de riego inteligente alimentado por aguas residuales regeneradas, hasta proyectos de colaboración con organismos internacionales como el Royal & Ancient, Font del Llop demuestra que el deporte y la sostenibilidad pueden caminar de la mano. Esta conversación no solo desvela los esfuerzos técnicos detrás del mantenimiento del campo de golf, sino que también refleja una visión a largo plazo, en la que el respeto por el entorno natural y el impulso económico y social de la comunidad local son pilares fundamentales de su actividad.
¿De dónde procede el agua que se utiliza en La Font del Llop Golf Resort y qué estrategias y tecnologías utilizan para garantizar un uso eficiente y sostenible del agua en sus instalaciones?
El sistema de riego que utilizamos en la Font del Llop es el riego por aspersión controlado por un grupo de estaciones satélites y un ordenador que automatiza el riego, y que podemos controlar para que en cualquier momento se pueda poner en funcionamiento o parar, según las necesidades hídricas. El conjunto está preparado optimizar el uso de los recursos y la sostenibilidad del campo. El agua que utilizamos es agua de la depuradora de Monforte que recibimos mediante un sistema de canalización y bombeo que se incluyó como parte de la inversión en la construcción del campo. Este agua, que anteriormente no se utilizaba, se reutiliza desde 2010, cuando se abrió el campo. En ese momento se hablaba poco de sostenibilidad, pero en el mundo del golf íbamos por delante en este tema de la mano de nuestro ingeniero agrónomo. El sistema funciona de la siguiente manera: el agua se recibe en un primer lago y por decantación y bombeo va pasando a un segundo donde se trata para eliminar la posible contaminación por legionela, y evitar la transmisión por aspersión a los clientes. Además, nuestro horario de riego está programado para cuando está cerrada la instalación, durante la noche, cuando ya no hay personas en el campo. Esto hace que el consumo de energía esté en el momento más bajo y resulte más económico.
En conjunto, disponemos de cinco lagos y tres sistemas de bombeo para que el sistema abastezca los 550.000 metros cuadrados de campo de golf que conforman la instalación, con un bombeo por cada uno de los niveles de cota que dispone de variadores de frecuencia que ayudan un consumo más eficiente de consumo eléctrico en cada bombeo. En la construcción del campo se incluyó un sistema de drenajes, a lo largo y ancho del campo, que recupera el agua que la planta no necesita, ya proceda del riego o de la lluvia, para incrementar al máximo el nivel de aprovechamiento de agua y ser lo más sostenibles posible. También disponemos de una estación meteorológica que sirve para optimizar el consumo de agua, ajustándolo a niveles óptimos de rendimiento y de mayor sostenibilidad.
¿Cómo se adaptan los sistemas de riego a las condiciones climáticas de Monforte del Cid?
Cuando se decide construir el campo se hace un estudio muy exhaustivo de todo lo que está alrededor de la instalación y el impacto que va a tener en ambas direcciones.
Uno de los principales puntos es la selección de césped que íbamos a utilizar, y para eso es importantísimo tener un histórico climatológico de la zona donde estamos durante los 365 días.
Para poder tener el mejor rendimiento de este césped con el mínimo consumo de agua y la mayor resistencia a los diferentes cambios climatológicos que tenemos en esta zona a lo largo del año.
Hay que saber que en Monforte tenemos una oscilación térmica que nos lleva de temperaturas extremas de -3º en pleno invierno a los 40º en pleno verano, a hora punta de la tarde.
Tras ese estudio, tomamos la decisión de diseñar un paisaje con una gran cantidad de variantes de césped, la Bermuda Riviera para las calles, tee y rough por su resistencia a la sequía, rápida recuperación, crecimiento lateral y vertical, resistencia al tránsito y a plagas y bajo consumo de agua que además se adapta al riego con aguas residuales. Y para el green Agrostis T1 por cubrir muy rápidamente la superficie, hojas finas y mucha densidad que se defiende muy bien ante la Poa Annua. A pesar de tener un mayor mantenimiento en labores de pinchados para oxigenar, la planta es la de mejor calidad para el green de un campo de golf.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los próximos pasos que pensáis dar para fortalecer aún más vuestro compromiso con la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos?
Estamos estudiando tratamientos para evitar enfermedades en los céspedes y así utilizar el menor número posible de fungicidas y herbicidas, aunque ya somos el sector dentro de la agronomía que menos utiliza y más controlado lo usa. Actualmente, todos los productos que utilizamos son biológicos. También estamos trabajando con El Royal C Anccient, el Servicio de Agronomía Sostenible del RCA, se potencia en el Sur de Europa para conseguir el máximo de calidad y mejor utilización de los recursos naturales, para que nuestro entorno sea de mayor calidad y protección. Tenemos prevista una nueva implementación de programas informáticos de riego con sensores en las calles para que haya menos requerimiento hídrico.
Al margen del tema hídrico, ¿qué iniciativas de las que lleváis a cabo destacarías en el ámbito social que contribuyan al bienestar de la comunidad?
Durante los 16 años en que tenemos el club abierto, hemos ido creciendo constantemente, y este último año hemos alcanzado a 41.000 visitantes, lo que nos da una cantidad de más de 450.000 jugadores que han venido a Monforte del Cid a practicar el golf. El turista jugador de golf, que procede en más de un 85% del extranjero, quintuplica en gastos a cualquier tipo de visitante vacacional que tenemos en la provincia de Alicante, y de ese gasto solo el 15% lo hace en golf, por lo que al ser un visitante que lo que hace es desestacionalizar, proporciona unos ingresos en Hoteles, Restaurantes, Coches de alquiler que ayuda en un altísimo nivel al crecimiento de la comunidad, creando 10.000 puestos de trabajo y un impacto económico de 918 millones de euros anuales en la Comunidad Valenciana, no solo en el golf, sino en la industria turística, según estudio publicado este año por la Cámara de Comercio y con más de 500.000 pernoctaciones. El golf produce el 0.8% del PIB de Alicante.
Acudimos a ferias y promociones con Tour Operadores de todo el mundo para llevarles las bonanzas de nuestra zona y las posibilidades que tienen tanto para disfrutar del turismo como para adquirir sus viviendas y utilizarlas como residencia habitual.